En la actualidad he visto que la
lactancia materna es menos frecuente,
poniendo de pretexto el papel de la mujer trabajadora y la disminución
del tiempo que las madres pueden dedicar a la lactancia de su bebé, ya que éste
requiere ser a casi cualquier hora del día o noche. Una opción sería extraer
leche e ir formando un banco de leche, aunque esto sin duda, también requiere
su tiempo, muchas madres prefieren la practicidad de la leche de fórmula. Se
pudieran sentir “mejor” con la recomendación de los pediatras de darle mínimo
los primeros 6 meses de vida, sin embargo, no toman en cuenta que esto, como lo
indica la afirmación anterior, es sólo el mínimo, ya que por el bajo porcentaje
de madres que amamantan a sus hijos, los doctores han puesto este tiempo y
muchas lo quieren ver como un máximo.
Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda exclusivamente la lactancia materna durante los primeros 6
meses de vida y como alimentación complementaria hasta el segundo año de edad.
Algunas madres no llegan a darse
cuenta, o no lo quieren ver de esa manera, lo importante que es para los bebés
tomar leche materna y hasta dónde pueden llegar a beneficiarlo, es uno de los
súper alimentos que sólo podemos obtener siendo bebés, y que cuenta con
muchísimos beneficios, tanto para la salud del bebé durante toda su vida, como
para la madre. El efecto positivo de la lactancia abarca desde el inmunológico,
antialérgico, así como el desarrollo psicológico y emocional; prolonga la
estrecha relación que unió a la madre y a su hijo durante el embarazo, es un
acto de amor que refuerza la relación afectiva.
No sólo es alimentar al bebé, más
que eso es un aprendizaje cada que llega la hora de comer, los bebés van
conociendo sabores, texturas, olores y se van integrando al círculo social de
los adultos cuando ellos también se sientan a la mesa y comen juntos.
Uno de los mitos sobre la
lactancia es que si las madres que están embarazadas, no pueden seguir
alimentando a su bebé y detienen la lactancia afectando a su primer hijo.
Algunas hormonas que el cuerpo produce en el periodo de gestación, pueden
cambiar el sabor de la leche, pero no la calidad, y por lo tanto el niño podrá
progresivamente dejar de lactar a su tiempo.
El destete también es otro tema
amplio, ya que no es sólo colocarse chile, ajo, cebolla o cualesquier otra cosa
que le cause algún efecto de repulsión al bebé, si no también le afecta a nivel
emocional al hacerlo de manera inadecuada, existe un método de destete guiado
por el mismo bebé, del cual hablaremos en otra publicación, muy interesante y
sin afectar a los niños, haciéndolos sentir más independientes y orgullosos de sí mismos.
¡Excelente día y vida plena!
Referencias:
http://salud.edomexico.gob.mx/html/importancia_lactancia.htm
http://www.unicef.org.co/Lactancia/ventajas.htm
http://www.zonapediatrica.com/lactancia/porque-importa-darle-leche-materna.html